Un poco de historia sobre la boda de Arina y Álvaro
Boda de Arina y Álvaro, una pareja internacional. Ella es rusa, aunque afincada en España, y él español de Madrid. Ella es sonriente, dulce y paciente. Él, resuelto, educado y bromista. Bueno, en honor a la verdad Álvaro se mostró al principio algo nervioso con la cámara, mientras que Arina fue muy complaciente y colaboradora. Entre los dos, consiguieron hacer de un frío día de sierra madrileña, una cálida celebración.
Llegado el momento, me marché con Álvaro, el novio. Charlando y charlando pude hacerle algunas fotos a solas, mientras se vestía. Se mostró tranquilo y muy interesado en el castillo, como gran conocedor del mundo medieval que es.
Un lugar con historia
Ambos se prepararon y se casaron en un lugar mágico, lleno de historia y encanto: el Castillo de Batres, gestionado por la empresa Eventos Mónico. El Castillo de Batres, situado a 30 minutos de Madrid, se vincula en su origen a una antigua atalaya musulmana aunque su actual aspecto proviene de las reformas introducidas del siglo XV.
Es un espacio inigualable muy cerca de la capital, ideal para realizar cualquier tipo de evento. Hay que tener en cuenta que ha sido declarado Bien de Interés Cultural por la instituciones autonómicas y es que es uno de los mejores conservados de toda la Comunidad.
Retomando a nuestros protagonistas, decir que ambos se vistieron en las regias habitaciones del castillo, disfrutando de la luz de sus grandes ventanales de arquería ojival.
En la sesión de maquillaje a cargo de Belle Poupee, Arina estaba algo nerviosa, eran muchas las personas que estaban pendientes de ella. Sin embargo fue muy amable y enseguida tuvo ayuda para que estuviera tranquila y guapa. En aquella amplia estancia, llena de antigüedades, se podía mascar la tensión y las prisas, aunque fueron ampliamente superadas por la profesionalidad y en buen rollo reinante.


En la boda de Arina y Álvaro no querían que se olvidara ningún detalle y en esto tuvo mucho que ver Jesús García Atellier.
En los exteriores está un gran terreno arbolado y jardines. Pero su plato fuerte para los eventos es el patio principal, donde la pareja se dió el “Sí quiero”. Un espacio mágico que hace nos retrotajo a la época renacentista al más puro estilo de La Celestina o Romeo y Julieta.
Llegó Arina luciendo un recogido perfecto para su rubia melena caucásica. Sonreíanse los novios y comenzó la ceremonia bilingue en aquel entorno tan romántico. Se puede decir que entre almenas y flores, los novios se dieron el “sí quiero”
Ya, fuera de las habitaciones, acompañé a Álvaro hasta el patio del castillo. Patio que lucía esplendoroso con la decoración y flores de Arbolande. Allí esperamos la llegada de Arina, acompañados por música en directo que hizo las delicias de unas danzarinas espontáneas.
En fin chicos, un placer trabajar con vosotros, gracias por todo y Enhorabuena!
*Nota: Parte de este reportaje se publicó en la prestigiosa publicación internacional Shabby Chic